PRIMERO TEN LA VALENTÍA DE RECONOCER QUE ESTÁS SUFRIENDO, DESPUÉS LA FUERZA PARA QUERER DEJAR ATRÁS ESE DOLOR Y CONFÍA. TEN FE EN TU CAPACIDAD DE SENTIRTE BIEN Y EN QUE SIEMPRE PUEDES ENCONTRAR AYUDA PARA LOGRARLO, SI LA NECESITAS.
Lidiar con el dolor es posible y todos sentimos dolor físico o emocional muchas veces en la vida, hablemos del dolor emocional. Muchas veces nos toma por sorpresa y aunque no tenemos control sobre las circunstancias que lo generan siempre tenemos el poder de decidir como afrontarlo.
Nos volvemos expertos en evadir el dolor culpando a otros de nuestros sentimientos y lo ocultamos para no tener que sentirlo y soltarlo. Algunos se familiarizan tanto con esta emoción que no saben vivir de otra manera y crean experiencias dolorosas constantemente sin darse cuenta. Es muy común que no puedas ver tu dolor porque lo conviertes en rabia o se lo entregues a otro, atacándolo. A veces es tan grande ese dolor emocional y es tan fuerte tu negación que tu cuerpo lo recibe hasta que terminas enfermándote.
Lidiar con el dolor es posible si aprendes cuáles son las trampas que usas para esconderlo. Te pones máscaras para fingir ante los demás que todo está bien o te ocupas tanto que no puedes darte cuenta de que sufres. Ocultas tu dolor salvando constantemente a todos (en vez de salvarte a ti) o robas atención y tiempo de otros para no auto cuidarte. También evitas ver tu dolor cuando usas tus relaciones para escaparte de ti mismo. Y evades el dolor con las comidas, las bebidas, las drogas, los objetos o mintiéndote, solo por mencionar las situaciones más comunes.
Lidiar con el dolor es posible, si quieres y si te convences de que puedes o buscas ayuda profesional para hacerlo. Ser consciente de ese dolor en ti es importante porque evitarás enfermarte, seguir sufriendo o herir a otros.
¿Cómo lo haces?
1.- Reconoce tu dolor en forma de tristeza, rabia, molestia o síntoma físico.
2.- Acepta que tienes dolor y que sentirlo no es una debilidad
3.- Haz consciencia de que ese dolor no eres tú, que es una emoción válida y que tienes el poder de cambiarla
4.- Siente tu dolor. Si no sabes cómo expresarlo o procesarlo solo, busca el acompañamiento de un experto.
5.- Identifica las situaciones, pensamientos o personas que activan tu dolor y aprende a darles un manejo adecuado en ti
Cuando el dolor es de otro puedes negarte a ayudarlo. Hacerlo no significa que no te importe su dolor sino que te haces cargo solo de lo que puedes y de lo que te corresponde. No asumas responsabilidades de un terapeuta ni corras el riesgo de salir herido cuando alguien quiera esconder o proyectar su dolor en ti. Muchas veces lidiar con a alguien que está sufriendo acompañándolo y dejando que lo asista un especialista, mientras tú, te haces cargo de ti.
Bendiciones enormes para ti mi querida señora es muy cierto elegido éste artículo y sí el único culpable de lo que le pasa en este momento y circunstancias de la vida y hay que sacar estos sentimiento de culpa hay que tener una excelente oportunidad de saber que es tiempo de comenzar a hacer su vida mejor
Gracias Silvia!! Gracias por el aporte!!
María Hola, graciasa ti por conectarte con mi contenido, Un abrazo!
Muy cierto.a veces nos preocupamos más por el dolor de los demás que por nosotros mismos.muchas gracias por tus concejos.
Ines gracias a ti por darme tu opinión, Un abrazo!