TODOS QUEREMOS SER FELICES, NECESITAMOS SER AMADOS Y SOMOS EXPERTOS EN IDENTIFICAR CUÁNDO NUESTRA PAREJA NO NOS CORRESPONDE. SIN EMBARGO; SI FUERAS TÚ QUIÉN NO ESTÁ RESPONDIENDO ADECUADAMENTE AL AMOR QUE EL OTRO TE DA ¿QUÉ HARÍAS? ¿DEJARÍAS EL EGOÍSMO PARA SER FELIZ?
El egoísmo no te conduce a la felicidad, si actúas como si solo tú existieras en el mundo los demás terminarán dejándote así, solo. Nadie es feliz al lado de una persona que es incapaz de hacer empatía o de ver a los demás. Y cuando hablo de “ver” me refiero a conocer al otro, reconocer su valor, escucharlo, aceptarlo, permitirle mostrarse como es, sin condiciones, juicios o imposiciones. Así que obtener la felicidad en pareja centrándote solo en ti mismo y no en los dos es inviable.
Hemos aprendido mal; creemos que amar es complacer, imponer, exigir y sacrificar y quien no nos muestre su afecto de esa manera, debería sentirse culpable. Hemos confundido al egoísmo con el amor y vivimos buscando la felicidad a través de esa falsa interpretación de la autoestima. A la felicidad te conduce el respeto, cuidado y atenciones mutuas, el espacio para desarrollarse solos y como pareja, la libertad y el entendimiento.
RECONOCES QUE ERES EGOÍSTA EN UNA RELACIÓN:
1.- Si quieres que el otro sea o se comporte como tú quieres, aunque tú creas que tienes las mejores intenciones.
2.- Si te concentras más en pedir que en dar.
3.- Si impides que el otro tome una decisión favorable para él porque sientes que a ti te perjudica.
4.- Si tus necesidades, deseos y emociones son más importantes que las del otro.
5.- Si manipulas a la otra persona para que esté contigo o pase tiempo contigo por lástima, compromiso o conveniencia.
6.- Si permaneces en una relación aunque no eres capaz o no estás dispuesto a corresponder el sentimiento que el otro tiene por ti.
7.- Si solo demuestras afecto e interés por la otra persona cuando la necesitas.
La lista es larga pero algunos comportamientos son más sutiles y pueden pasar desapercibidos aún cuando estos generen culpa o frustración en quien los recibe. Pueden ser erradicados cuando el egoísta lo reconoce por sí mismo o lo acepta con madurez si se le hace caer en cuenta. Después hacer todo lo contrario a la postura del egoísta: abrirse, dejarse ver, permitirse experimentar la vulnerabilidad que supone el riesgo de amar completamente. Ese cambio no solo puede evitar mucho dolor y resentimiento en la pareja sino que fácilmente la conducirá por la vía de la felicidad.
Querer estar solo es egoismo?.
Para qué quieres estar solo? Eso determina si es egoísmo o no.